domingo, octubre 08, 2006

La visibilidad de las mujeres

En las últimas décadas las mujeres han luchado por ser tomadas en cuenta en la vida pública y política de los países así como que se reconozca la labor que hacen en el ámbito doméstico. Los historiadores han hecho una labor importante al tratar de reconstruir la historia de las mujeres a través de documentos y libros que reflejen el modo de vida de estos miembros de la sociedad. Joan Scott menciona, “Las investigaciones recientes han mostrado no el que las mujeres fueran inactivas o estuvieran ausentes en los acontecimientos históricos, sino que fueron sistemáticamente omitidas de los registros oficiales”[1], las mujeres no eran tomadas en cuenta, las mujeres, como menciona Scott tenían (y tienen) el problema de la invisibilidad.[2]

Con lo anterior, la siguiente labor de las mujeres ha tenido que ser el de recuperar espacios que les pertenecen, y aquí es importante resaltar, les pertenecen por ser el 50% de la población mundial, porque son parte de la construcción de la sociedad, porque existen, por ley[3]. Durante todo este camino de reconquista y de salir de la invisibilidad a la visibilidad, Carmen Ramos dice, “La historia de la mujer tendría que ser una historia que recuperara la presencia de la mujer en los distintos aspectos: la vida social y personal y, sobre todo, que enfatizara el aspecto social de la relación entre los géneros”[4].

En el contexto de un modelo económico y político neoliberal donde el adelgazamiento del estado es un eje rector, la sociedad civil emerge con nuevas formas de organización y de acción en busca de la satisfacción de intereses.

La conformación de grupos de mujeres es parte importante de esta reorganizacón de la sociedad. La búsqueda de beneficios es el eje rector de estos grupos los cuales formaran acuerdos con otros grupos con el fin de lograr una meta e influir en las decisiones además de la prevalencia del sistema en este caso democrático.

Estos grupos de mujeres desde su trinchera trabajan de forma pacífica y en ocasiones logrando alianzas que permiten incorporar en la agenda pública los temas de su propio interés e influir en la política pública.



[1] Wallach Scott Joan, “El problema de la invisibilidad”, en Género e Historia, Ed. Instituto Mora (México:1992) Pag. 39.

[2] Idem.

[3] Artículo 1 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos: En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozará de las garantías que otorga esta Constitución, las cuales no podrán restringirse ni suspenderse, sino en los casos y con las condiciones que ella misma establece. Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las capacidades diferentes, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.
Artículo 4 de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos: El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la familia.
[4] Ramos Escandón Carmen, “La nueva historia, el feminismo y la mujer”, en Género e Historia, Ed. Instituto Mora (México:1992) Pag. 9.

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